Madrid tiene esencia de pentagrama

​

Subiendo por la calle preciados, cerca de sol, en la polifacética Madrid, pude observar como un numeroso grupo de personas aplaudían y lanzaban monedas a un grupo de cantantes. Unos metros más adelante, observé a otro grupo de personas viendo a un solista.  La magia que mis oídos presenciaron fue como la voz del cantante anterior se iba desvaneciendo, y por un momento ya no estaba escuchándolo, sino al siguiente que estaba a esos cortos metros. En ningún momento mis oídos dejaron de escuchar música, pero tampoco escuché las dos voces mezclarse. Lo que me sorprendió de esto, es que más de diez veces he caminado por esta calle, y más de cinco veces he visto a esos músicos realizar su actuación, pero nunca me paré a disfrutar de lo que me ofrecían, iba con mis cascos, sin darme cuenta de que Madrid me ofrecía diferentes tipos de espectáculos gratis.

​

Muchas veces pensamos que aquellos cantantes merecedores de Grammys necesitan un gran capital para utilizarlo en sus presentaciones llenas de espectáculo, pero nos olvidamos de valorar esos detalles que los hacen únicos, comenzando por su voz y luego, incluyendo la manera en como improvisan con sus instrumentos.  

​

Quizá nos hemos vuelto un público que gira la cabeza hacia presentaciones con mucha mezcla electrónica, cosa que no menosprecio, porque tiene ese toque original y soy una de las tantas personas que consume este tipo de música. Sin embargo, no hay que dejar a un lado la esencia de las voces que tienen cada uno de los cantantes, más aquellos, que su nombre no aparece en los grandes carteles y televisoras, pero que son capaces de transportarte a un lugar de ensueño con tan solo cantar.

​

Es gratis, es la palabra que se mantuvo en mi cabeza durante todo ese día. Es gratis disfrutar de la voz de esas personas, es gratis bailar esa canción acompañada de la guitarra de aquel desconocido cuyo nombre nadie lo recuerda. Es gratis caminar por Gran vía y que un chico de tu edad aparezca con su guitarra cantando tu canción favorita, y hasta se convierta en el mejor cover que has escuchado. Es gratis disfrutar del beat que puede lograr aquel rubio con tan solo unos tubos y la suela de un zapato. O que ese grupo de venezolanos logre llevarte al viaje donde están presentes tus mejores recuerdos. Pero, la pregunta es ¿ellos merecen que sea completamente gratis? ¿O estas dispuesto a ofrecer un apoyo, para que continúes disfrutando, y ellos sigan persiguiendo sus sueños?